Acabar con el estigma y por qué es importante
¿Qué es el estigma?
El estigma crea la creencia de que ciertas características personales o personas son malas, peligrosas o débiles e invalida las experiencias de la persona. El estigma preserva los estereotipos, los prejuicios y la discriminación que pueden afectar la salud mental de una persona y, a su vez, su camino hacia la recuperación (1).
Cuatro tipos de estigma
Estigma público: cuando el público tiene creencias discriminatorias y perjudiciales hacia un grupo específico de personas, personas con trastorno por uso de sustancias. El estigma público crea barreras para las personas, impidiéndoles acceder a vivienda, alimentación, educación, empleo (1).
Estigma estructural: son políticas y acciones de las instituciones que limitan las oportunidades de los grupos que experimentan el estigma. Las limitaciones de oportunidades o derechos pueden ser intencionales o no intencionales (1).
Autoestigma: es cuando una persona de un grupo estigmatizado interioriza el estereotipo o prejuicio que difunde el público o las instituciones. El autoestigma puede impedir que una persona busque servicios de atención médica y puede hacer que una persona oculte su diagnóstico por vergüenza o vergüenza, lo que puede conducir al aislamiento y la falta de apoyo social (1).
Estigma múltiple: es cuando una persona experimenta el estigma de más de una categoría anterior. También es importante reconocer que con el trastorno por uso de sustancias, las personas también enfrentan el estigma a través de otras identidades que tienen (sin hogar, pobreza, enfermedad mental, etc.). Todos estos pueden empeorar las consecuencias para la salud y deben reconocerse (1).

¿Por qué importa el estigma?
El estigma crea barreras que afectan el tratamiento y la recuperación de una persona. El estigma puede afectar todos los ámbitos del tratamiento, incluidos (1):
- acceder al tratamiento
- elección del tipo de tratamiento
- manteniendo el tratamiento.
Las personas pueden evitar recibir un diagnóstico de trastorno por uso de sustancias para evitar experimentar el estigma público (1).
El estigma también puede impedir que una persona elija la mejor opción de tratamiento para ella.
El tratamiento asistido por medicamentos es una forma de tratamiento muy recomendada para el trastorno por consumo de sustancias (2). Las personas que eligen el tratamiento asistido por medicamentos asisten a sesiones de asesoramiento y toman metadona o buprenorfina. La metadona y la buprenorfina son medicamentos que reducen los antojos de opioides y ayudan con los síntomas de abstinencia. Esto ayuda a las personas a permanecer en tratamiento (2). Existe un estigma en torno al uso de medicamentos para ayudar en la recuperación del trastorno por uso de opioides (OUD), independientemente de su eficacia comprobada. Este estigma impide que los pacientes reciban la mejor opción de tratamiento para ellos.
El idioma importa
El lenguaje es una poderosa herramienta de encuadre para dar forma a las opiniones públicas e individuales sobre el consumo de sustancias (o cualquier otra categoría). Cuando cambiamos nuestro lenguaje a comentarios no estigmatizantes, podemos comenzar a cambiar la opinión del público y de las personas, lo que ayuda a disminuir las barreras que experimentan las personas al comenzar o continuar su camino hacia la recuperación a través del tratamiento.
Referencias
- Wogen, J. y Restrepo, MT (junio de 2020). Derechos humanos, estigma y consumo de sustancias. Revista Salud y Derechos Humanos. Recuperado el 21 de septiembre de 2021 de https://www.hhrjournal.org/2020/06/human-rights-stigma-and-substance-use/.
2. Tratamiento asistido por medicamentos (MAT). SAMHSA. (2021, 16 de septiembre). Recuperado el 21 de septiembre de 2021 de https://www.samhsa.gov/medication-assisted-treatment.